-----Reseña CON spoilers-----
Bueno, ni siquiera me molesto en poner la ficha del libro,
porque para eso está la entrada anterior. Esta ocasión es muy especial, una
reseña para todos aquellos que sobrevivimos a CoHF y necesitamos desahogarnos,
porque, en serio, hay cosas que necesito gritar a los cuatro vientos. Ahora, es
una saga larga, que ha estado con nosotros durante mucho tiempo ―aunque yo
empecé a leerla el año pasado―, y, hablando del último libro… ya me entendéis.
Eso sí, lo mismo tenemos que leer desde la tumba los libros que va a sacar
Cassie.
Ahora, os explico. Voy a ir por partes, porque el librito
tiene mucho que decir (normal, con sus 700 páginas…). Asumiré que todos los que
estáis leyendo esto sabéis de qué hablo cuando digo TID, TMI, TDA, etc, así que
no daré ninguna explicación extra.
Let the spoilers begin.
Ya desde el prólogo, Cassandra introduce nuevos personajes
(bienvenidos al mundo de las muertes, hermanos Blackthorn y compañía) que, en
mi opinión, no hacen más que presentar la nueva trilogía de Cassie. Es decir,
mero marketing. No es que no me gusten estos pequeñajos (el Ángel sabe que me
encanta Ty), pero, si ya van a tener sus propios libros, ¿para qué meterlos en
CoHF? Ahora, todos debéis saber ya lo mucho que le gusta a Cassie entrelazar
sagas.
Algo que me gustó mucho es la conexión Emma-Clary. No
entiendo por qué pasa esto, pero me gusta. Espero, por supuesto, ver la
aparición de Clary y Jace en TDA, así como las de Jem y Tessa, quienes, por
algún casual, resultan estar también en CoHF ―no es que me queje, pero esto no
es más que un puré de sagas―.
En el primer capítulo me encontré con algo que me sorprendió
gratamente: Alec y Jace siendo parabatais, por fin. En los anteriores libros,
su relación parecía algo seca y difícil, como si no fueran mejores amigos y
compañeros del alma. Aunque, por supuesto, después de ver a Jem y a Will, es
muy chungo encontrar un brotp tan adorable. No obstante, agradezco enormemente
haberlos visto interactuar divertida y espontáneamente, preocupándose por el
otro y demostrando que son auténticos parabatai. Y, espero, por el bien de
Jace, que Alec tenga su teléfono de vuelta pronto.
Y aquí primera muerte: BOOM. Página 117 y ya hay alguien
atravesado por una espada. No llegué a llorar, pero le tenía mucho cariño a
Jordan y su muerte me produjo cierta pena, a pesar de que me esperaba su muerte
o la de Maia. Eso sí, ¿¡qué mierda tenía que decirle!? Ah, cierto. Página 213. “Iba
a cortar con él”. ¿¡QUÉ!? ¿No hay bebé? Bye. (Eh, que os veo. Sé que no soy la
única que pensó en un pequeño licántropo). Eso sí, me siento un poco cruel por
sentirme aliviada al leer la frase que pronunció Sebastian después: “por cierto,
tu novio está muerto”. Cuando la leí en Twitter, pensé que iba a morir uno de
los integrantes de Malec, y eso era demasiado para mi corazoncito ―el cual ya
estaba bien roto del epílogo del quinto libro―. En fin, gracias por el final
feliz, Clare.
Y ya que hablamos de parejas, prosigamos con Izzy y Lord
Montgomery. Perdón, Izzy y Simon. Una de mis parejas favoritas, de esas que
resultan adorables pero awkward a la vez. Porque, seamos realistas, es bastante
divertido ver a los pobres intentando decirse te quiero y definir su relación
mientras Alec les interrumpe cada vez que se besan. Pobre Alec también, todo
hay que decirlo.
Capítulo 4: vomito de asco. Es decir, ¡PUAJ! No es que me
escandalice con el sexo, porque, a ver, algunas escenas tienen lo suyo, pero
cuando Clare hizo real el hecho de que la reina seelie iba desnuda… AGH. Me ha
quedado un trauma para toda la vida. Pero, en serio, ¿la reina seelie y
Sebastian? VOMITO. DE. ASCO.
A mitad del capítulo 9 me entró tal depresión que tuve que
dejar de leer un rato. Desde que me enteré de que Jem aparecería en CoHF como
su antiguo yo, antes de la plata y la droga, me puse como loca. No es que ame a
Jem. Le quiero, pero amaba más a Will, y Jem es adorable, pero… Ñiag. No
obstante, cuando habla con Jace soltando indirectas sobre los parabatai y los
Herondale… Uff. No pude. Cada vez que mencionan a Will, me entran ganas de
llorar, en serio. Porque, admitámoslo, ninguno nos hemos recuperado del epílogo
de Princesa Mecánica.
Tengo que mencionar las apariciones de Maia en el libro.
Desde que entró en la saga me cayó automáticamente muy bien, pero, en CoHF, por
algún motivo, empezó a disminuir mi afecto hacia ella. Empezó, de hecho, desde
la muerte de Jordan. Y, aunque luego volvió a caerme bien, no volvió a ser lo
mismo. Eso sí, tengo que decir que hay un notable crecimiento de su personaje.
Lo único que me molestó fue Bat. Vamos a ver, ¿de dónde diantres has salido, mi
amor? Deja a la chica un rato sola, que las mujeres necesitamos gozar de un
tiempo de soltería de vez en cuando. Tíos…
Pasemos a la mitad del libro, más o menos, capítulo 14 y la
entrada al Infierno. Las visiones de cada uno me rompieron por dentro,
absolutamente todas. Pero, por partes. La de Clary me dolió muchísimo; ver a
Jonathan con los ojos verdes, jugando con Val… Es demasiado. Además, está el
hecho de la boda con Jace, que omg. La de Izzy nos dejó ver el dolor que aún
lleva dentro respecto a la muerte de Max y que todavía no ha sido capaz de superarla,
algo que me apenó bastante. Pero la de Alec… esa también me dejó un mal sabor
de boca. Alec es el mejor personaje de CoHF, en mi opinión. Uno de mis
favoritos, y el hecho de conocer su mayor anhelo… En fin. Es solo un chico de
18 años que quiere ser más que “el parabatai de otro” o “el hermano mayor y
responsable”, un chico que necesita la aprobación de su padre, al que tanto
quiere, y el cual no es capaz de aceptar su sexualidad. Me encanta el
desarrollo que tiene Alec a lo largo del libro.
Me salto hasta el capítulo 20 para la Escena; sí, con E
mayúscula. Porque, amantes de Clace, todos sabemos de qué parte estoy hablando.
Y es que 10 páginas es una bestialidad, pero no nos quejamos. Ahora, dos puntos
que no he sido capaz de pasar por alto, a pesar de todo: ¿qué tienen los
Herondale con las cuevas? Y, ¿qué demonios se le pasa a Jace por la cabeza para
llevar un condón al Infierno? En serio, cada vez que lo pienso me echo a reír
de tal manera que no me sorprendería el ser confundida con una llama agonizante.
No sé… ¿Quién lleva un condón… AL INFIERNO?
Herondale tenía que ser, por supuesto.
Ya vamos llegando al final… Capítulo 23 y Simon. No veáis
cómo sufrí con esta parte. Simon me empezó cayendo bastante mal, como si fuera
un simple estorbo, pero se ha ganado mi más sincero respeto, y lo ha culminado
con este libro. A partir del 5º libro fue uno de los personajes que más me
importaban, pero en este ha subido a ser uno de mis favoritos. Cuando se
presentó voluntario para que Asmodeus le quitara la inmortalidad y que Magnus
pudiera vivir… Me pareció una buenísima idea. Hasta que le obligan a dejar sus
recuerdos atrás también (te odio, padre de Magnus). Me dio muchísima pena tanto
por él como por Izzy, quienes tan fuerte habían luchado por su relación para
que ahora se viera cortada por la mitad. Además, concuerdo con Isabelle en que
es mucho peor que viviera, porque no habría cuerpo que llorar. Ahora, gracias,
Clare, por simpatizar un poco con nosotros y darnos un final “feliz”, porque
quedó demasiado abierto. Espero saber más de él en TDA.
Una última cosa antes de pasar a las muertes: Jace
Herondale. Cómo estaba deseando este momento en el que Jace por fin aceptara su
verdadera naturaleza. En serio, casi me pongo a gritar de alegría. Soy
consciente de que hay gente a la que no le gusta Jace, pero, aun así, esta es
una buena noticia para todos: por fin aclaramos nuestras dudas respecto a su
nombre. En serio, ¿le llamamos Wayland, Lightwood, Morgenstern, Herondale? ¿Cómo? Bueno, pues ahora lo hemos confirmado. Además, tenemos esa escena
en la que Jace está tocando el piano y Tessa no para de mirarle. “Dile a Jace
que toca muy bien el piano”. Y cuando le da el anillo Herondale a Clary para
él. En serio, muchos feelings. Espero que Tessa se decida por fin en hablar con
él.
Ahora sí, vistámonos de blanco para guardar un minuto de
silencio por aquellos que nos han dejado en este libro. En orden: Jordan,
Meliorn, Maureen, Raphael, Amatis y Jonathan.
¿Llorera? Tan solo en una. Y, vale, me da igual que os riais,
pero lloré a más no poder con la muerte de Jonathan. Si hubiera muerto tal
cual, pues bueno, ¿PERO ERA NECESARIO EL DETALLE DE LOS OJOS VERDES? En serio,
esa fue la gota que colmó el vaso.
La de Jordan me dio pena cuando Luke le dice a Simon “lo
siento Simon, Jordan ha muerto”. Sin embargo, en la escena en la que le matan,
me reí (no soy masoquista, lo juro). Me hizo mucha gracia la postura y los
comentarios de Sebastian, el cual es uno de mis personajes favoritos ―perdón,
era :’(―. No obstante, su muerte me pareció muy precipitada. Sucedió muy rápido
y no nos dio tiempo a despedirnos a ninguno.
¿Maureen? La detestaba. Su muerte me produjo un alivio
interior que no os podéis ni imaginar. La de Raphael me dolió más que la de
Jordan. Me gustaba mucho este personaje, porque, no sé, aunque no aparece
mucho, es carismático, y, además, yo le veía como un inocente chico de catorce
años ―algo me decía que Raphael no sobrevivía a CoHF, pero conservaba esperanzas
de que Clare le salvara― y no podemos olvidar que murió a costa de salvar a
Magnus. Amatis me cayó bien al principio, pero al segundo de ser Convertida en
Oscurecida empecé a odiarla. A odiarla no, a despreciarla. No la soportaba, y,
aunque lo siento por Luke, su muerte fue una especie de liberación.
Algo que me decepcionó mucho sobre el libro es este tema,
las muertes. Todos esperábamos un gran derramamiento de sangre, luchas épicas y
una batalla final de proporciones incalculables gracias a lo que Cassie
publicaba en twitter. No obstante, mera publicidad. El nerviosismo estaba por
las nubes para nada.
El epílogo, como he dicho justo arriba, muy feliz para lo
que esperaba. No es que no me guste, porque de verdad aprecio el hecho de tener
a todos vivitos y coleando. Pero… no sé, muy irreal. Después de todo por lo que
han pasado, es imposible que sigan los 6 vivos… Pero aun así, me pareció un
gran final. Como he dicho, esperaba más cosas, y la situación daba pie a
Casandra para meter muchas cosas que hubieran estado muy bien. No obstante,
gran final.
Ahora, queridos amigos, después de desahogarme, volveré a
salir al mundo para ver qué está sucediendo mientras espero más libros… O no,
no vaya a ser que me contagie de ébola. Mejor me quedo con mis libros ―vale, lo
siento si os molesta la broma, pero es llorar o reír, y prefiero la segunda―.
¡Un momento! Creo que os gustaría un recuento de frases que
me encantaron de CoHF. Mi libro está lleno de post-its para marcar las mejores
partes ―que son bastantes―, así que sacaré algunas y os las pondré abajo.
¡No os olvidéis de comentar y dar vuestra opinión!
“―Oh,
Alexander.
―¿Qué?
―Eres tan… eres… lo que quiero es
besarte.”
“―Shh.
Te pondrás bien
―No, no es cierto. Va a morir.”
“―Por
cierto, tu novio está muerto.”
“―Si
estás pensando en volver a ser pirata, es una mala idea.
―No repito mis errores.
―Tienes razón, los cometes nuevos y
peores. No lo hagas, sea lo que sea. No dirijas una revuelta de los
licántropos, no hagas nada que pudiera contribuir accidentalmente al
apocalipsis y no inicies tu propia línea de cremas corporales y trates de vendérselas
a Sephora.
―Esa última idea tiene mucho mérito.”
“―Ya
sabes que no me puede matar una espada.
―Podría despedazarte. Ver si puedes sobrevivir
en pequeños trocitos. O cortarte la cabeza. Quizá no te mate, pero sería
divertido verte tratando de encontrarla.”
“―O
me lleváis al Hermano Zachariah o puedo ir por ahí llamándolo a gritos hasta
que aparezca.
―No paras de dar problemas, Jace
Herondale.
―Eso dicen.”
“―De nuevo, un Herondale es quien me
trae la salvación. Debería haberlo supuesto.”
(…)
―¿Pensaste en mí? ¿Y en si estaba
sufriendo?
―Claro.
―Los Herondale. Casi lo había olvidado.
Ninguna otra familia hace tanto por amor, o siente tanta culpa por ello. No
cargues con todo el peso del mundo, Jace. Es demasiado pesado hasta para un
Herondale.”
“―Es… ¿el hermano Zachariah? ¿Cuándo
se ha puesto tan bueno?”
“―No perdáis la perspectiva.
―Alec, hace siete años que me conoces.
¿Cuándo he tenido perspectiva?”
“―Siempre que te miro, recuerdo entrar
aquí y encontrarte liado con i hermana.
―¡No sabía nada de eso!
―Oh, vamos…
―Simon, te estás sonrojando. Y eres un
vampiro y casi nunca te sonrojas, así que eso debe ser de lo más picante. Y
raro. ¿Había bicicletas involucradas de algún modo morboso? ¿Aspiradoras?
¿Sombrillas?”
“―¿Qué? ¿Qué te hace gracia?
―¿Una letal tortuga voladora? Solo tú
podías.”
“―La última vez que estabas muriéndote
de hambre, te di mi sangre. Quizá fuera un poco homoerótico, pero no tengo
ninguna duda sobre mi sexualidad.”
“―Heteros… ¿por qué no pueden
controlarse?”
“―El Hermano Zachariah. ¡Meses de
enero a diciembre en el calendario sexy de los Hermanos Silenciosos!
―¿Hay un calendario sexy de los
Hermanos Silenciosos? ¿Y lo venden?”
Bueno, y no pongo más porque me
emociono JAJAJA Como veis, me he saltado las partes más… picantes, pero hay una
que me gustaría resaltar.
En el prólogo, hay una escena en
la que Jace y Clary están “ocupados” cuando llega Magnus y dice: “interesante”.
El caso es que esto me hace viajar a esa época en Princesa Mecánica en la que
Will y Tessa fueron sorprendidos por un brujo en particular que pronunció las
mismas palabras… ¿verdad?
Y ahora sí, ¡hasta otra!